jueves, 20 de septiembre de 2012

Fluor en el agua - Una verdad difícil de digerir (Santa Fe)

Según investigaciones que realizamos, la historia del flúor comienza en 1939 con la compañía productora de aluminio ALCOA, el productor más prominente de fluoruro junto con DOW CHEMICAL, productores de medicamentos y agroquímicos.

Escuchen esto: al comienzo, los norteamericanos transfirieron sus tecnologías a Alemania y después de la guerra, EE.UU. envió a un tal Dr. Charles Perkins, a supervisar las plantas químicas en aquel país. Allí los científicos alemanes le explicaron el plan que habían elaborado: aplicando flúor en el agua potable con el propósito de controlar las poblaciones de las ciudades ocupadas. Los científicos alemanes habían descubierto que el flúor  afectaba una parte específica del cerebro y los neurotransmisores, disminuyendo la posibilidad de reacción de los individuos afectados, haciéndolos más sumisos, sin darse cuenta lo que les estaba ocurriendo. Ese era el programa de los científicos de Hitler y al parecer, algunas compañías siguieron los pasos de los nazis, esto era: priorizar por un control  neuroquímico el control de una sociedad.

En verdad, según médicos norteamericanos, el fluoruro se encuentra en el 25% de los tranquilizantes, ¡qué casualidad!, sobre todo en el Prozac (muy consumido en USA) su base de compuesto químico es el fluoruro.

Pero las declaraciones del Dr. Arvid Carlsson, Premio Nobel de Medicina, no son para nada desestimables, ya que corroboran la investigación anterior. El Dr. Carlsson dijo: «Estamos creando una sociedad de 'mansos' conociendo los daños que provoca el flúor a la funcionalidad del cerebro. Se está idiotizando químicamente a la sociedad. Una sociedad dócil que creerá todo lo que se les dice y harán todo lo que se les ordena  sin cuestionar nada al respecto».
La conclusión de nuestras investigaciones termina afirmando que: según años de estudios de la comunidad científica opuesta a la fluoración del agua potable: el flúor se utiliza para controlar de alguna forma, químicamente a las personas, deficiencia en el sistema neuronal, deficiencia cociente intelectual, causa problemas de salud bucal (fluorosis) y mental y está vinculado a otras enfermedades como cuestiones en la tiroides, diabetes, osteoporosis y otros. Fueron estos estudios científicos realizados en humanos en China, India, Irán y México que llegaron a esta conclusión.

Por eso, UNA VERDAD DIFÍCIL DE DIGERIR, es creer que echarle flúor al agua potable es para ¡prevenir la caries!, cuando además otros estudios señalan que hay niños que tienen mejor salud bucal en lugares donde no se le echa flúor y además, son países pobres.

Por otra parte los mismos dentistas hablan del flúor para prevenir la caries PERO COLOCÁNDOLO DE MANERA TÓPICA, no ingerirlo en agua. A punto tal, que en las cajas de las pastas de  dientes de los países como EE.UU. dicen: "En caso de ingerirla, llame al Departamento de Toxicología" , es que la Agencia de protección de la Salud lo ha catalogado como VENENO (veneno para ratas).

Pero volvamos a la historia porque es interesante saber que el flúor era un DESECHO TÓXICO de las productoras de aluminio y las mineras productoras de fosfato. 

Sucedió que cuando salía en forma de gas por sus chimeneas mataba el ganado y dañaba los campos adyacentes. Ante la gran cantidad de quejas y reclamos, las corporaciones decidieron aplicarles un tratamiento, reconvertirlo y  venderlo como «protector de las caries» colocado en dosis pequeñas al agua potable.

Es decir, al mejor estilo capitalista donde todo debe producir ganancias se las ingeniaron para que un veneno resulte de supuesta utilidad para otra cosa.

Ahora bien: en muchos países del mundo está prohibido fluorar el agua. ¿Por qué nosotros no? ¿Tan bueno es el flúor para los santafesinos que Cappiello insistió a la Nación para que lo manden y comenzara de nuevo la fluoración? ¿Por qué lo que está prohibido y hace daño a otros humanos acá no haría nada?
La verdad es que no se cómo catalogar al Ministro de Salud de Santa Fe. O está absolutamente desinformado y no sabe manejar ni siquiera el Google para navegar enterándose de la inmensa cantidad de información en contra del flúor, o no tiene colaboradores idóneos que lo hayan alertado sobre el tema, o existe algún otro negocio que desconocemos... pero lo curioso es que según el propio ministro el flúor lo suministra la nación y el gobierno no paga nada.

Hemos hecho las denuncias respectivas ante la Defensoría del Pueblo, la Defensoría del ciudadano de la Municipalidad y ante el ENRESS, haciendo uso del propio decreto del gobernador en CONTROL DE LA  TRANSPARENCIA E INFORMACIÓN, le preguntamos: 
¿Desde qué fecha ha comenzado la fluoración del agua? ¿Quién se ocupa de echarle el flúor? ¿Dónde se hace la operación? ¿Quién controla la cantidad? ¿Dónde se controla? ¿Qué otros controles y seguimientos se hacen? ¿De dónde proviene el flúor? ¿Quién lo suministra? ¿Qué costo tiene? ¿Se ha sometido a pruebas toxicológicas? ¿En qué bases científicas se sustenta la fluoración continuada en el agua potable. Hasta ahora no hubo respuestas.

Ahora un equipo de abogados de varias ONG está trabajando para hacer la presentación ante la Justicia.

Ya en 1958 la Asamblea de la Asociación de Médicos y Cirujanos de EE.UU. condenaron la adición de cualquier tipo de sustancia en los servicios de agua potable porque pueden afectar el cuerpo o las funciones mentales o corpóreas. Además un comité Médico-dental también de aquel país, se pronunció en contra por la «falta de pruebas, porque la dosis es tóxica, por la aparición de fluorosis dental, y por lo arbitrario y compulsivo de la medida».

Para terminar recuerde esto: Hay un principio de Derecho ambiental que dice: «Ante la duda abstenerse».
Científicos del todo el mundo reunidos llevan adelante una campaña para que se pare y revise la actual práctica de echarle flúor al agua potable porque «LOS RIESGOS NO JUSTIFICAN SU USO».
El PREMIO NOBEL DE MEDICINA DR. SCHAT dijo: «LA FLUORACIÓN NO ES SEGURA EN NINGÚN NIVEL».
UNICEF dijo: «Argentina es considerado un país con fluorosis endémica». 

Echar flúor es anticuado y plantea riesgos, es innecesario y contraproducente.
Solo hace falta dejar de lado un poco la soberbia, escuchar a los ciudadanos en una democracia efectivamente participativa, informarse y detener esto.
Los santafesinos informados y concientes, se lo agradecerán.

Esto y toda la info del litoral en: http://www.30diasonline.com.ar/

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